Para algunos lectores, las bandas sonoras pertenecen a los libros de la misma forma que a las películas. No es importante si puede o no leer con música de fondo. Lo que importa es que algunas canciones se relacionen con la historia que se cuenta. Para mí, que eso ocurra tiene algo de mágico.
Hoy vamos a hablar de poner banda sonora a tu libro, por qué es una buena decisión y en qué puede ayudarte a ti como escritora.
Estoy segura de que algunas canciones, en cuanto las escuchas, te transportan a un lugar y situación concretos. Algo que pasó en un momento exacto y que está ligado a esa canción.
Ese es el poder de la música. Y creo que es un arma positiva muy poderosa que puedes utilizar con las historias que cuentas.
Por supuesto, no te vale cualquier canción. O cualquier género.
Tanto el género como la letra de la música que elijas debe de aportarle algo a la historia o, en su defecto, a la ambientación. Ha de pasar con lo que estás contando de alguna forma, con alguna escena concreta o con alguna situación entre personajes, ya sea en el presente de la historia o en el pasado.
Elige la música con cabeza. Recuerda que tú eres la persona que mejor conoce tu historia y tus personajes, pero no pierdas de vista al lector final.
Cuando yo me lanzo a una nueva historia, lo primero que hago, incluso antes de crear mi cuaderno en GoodNotes para la planificación, es crear una lista nueva en Spotify. Ya sea con el título final de la novela o con el nombre del proyecto.
Y comienzo a agregar canciones que, en un principio, pasen con el género de lo que quiero contar.
Voy de música menos a más específica.
Yo no sé tú, pero tener esta banda sonora a mí me ayuda a trabajar en cualquier lugar en la historia que me ocupa.
Una playlist y tu tablet o cuaderno lo puedes llevar a cualquier sitio, ¿no? Entonces llevarás siempre contigo la ambientación para tu novela.
Para mí, escuchar una de las canciones de cada una de las playlists me hace recordar alguna escena en concreto, si las novelas ya han sido escritas. O hacen que la mente me bulla de ideas, en caso de encontrarme en el proceso de planificación.
Y si eres de las que no se ha atrevido nunca a trabajar en algún otro lugar que no sea tu casa, este podría ser el método infalible para lanzarse a la piscina.
No te voy a mentir: yo soy de esas, de las que trabaja muchísimo mejor en casa, entre sus paredes, con sus cosas alrededor. Trabajo mucho más concentrada. Porque soy de las que se despistan muy rápido.
Pero a veces me gusta salir a ver gente, a escuchar otras voces o a darme un respiro para salir del día a día. En estos casos siempre escucho antes la banda sonora o comienzo a escucharla cuando me pongo a trabajar.
Es una forma muy diferente de disfrutar de la planificación y meterte de lleno en el mundo que vas creando.
Si eres de las que ya pone banda sonora a sus libros, entonces este apartado no te dirá nada nuevo. Es más, puede que el artículo completo no te diga demasiado nuevo.
Pero si eres de las que todavía no lo ha probado, aquí unos consejitos rápidos para ponerte manos a la obra.
La semana pasada hablamos de las relaciones tóxicas en novela romántica. En ese artículo te hablé un poco sobre los protagonistas de mi último proyecto trabajado y te revelé el título del libro.
Nuestra historia en la tormenta, donde los protagonistas son Sláine y Kai.
En esta historia tenía que casi obligarme a entrar en un estado de ánimo muy concreto para poder planificarla. No puedo explicarte muy bien cuál era porque era algo demasiado específico. Pero lo que sí puedo decirte es que crear una banda sonora para el libro me ayudó (y todavía me ayuda) a conseguir la visión necesaria en el momento de ponerme a trabajar con la historia.
De hecho, puedes escuchar la banda sonora del libro aquí.
La historia de ambos se desarrolla en un pequeño pueblo costero alemán y necesitaba una música que pasara con eso y con las personalidades y vivencias de ambos. No fue una tarea fácil, pero creo que lo conseguí como a mí me funcionó durante los 3 meses que escribí el manuscrito.
Lo bueno de poner banda sonora a tu libro es que puede acompañarte en otras tareas que no solo son la planificación o la escritura. En mi caso, solo puedo escribir con música instrumental o en silencio, así que la playlist la escuchaba antes y después de mis sesiones de escritura. Y, ahora que me encuentro en la recta final del diseño y la maquetación, sus canciones me acompañan en cada labor, por pequeña que sea.
¿Quieres conocer más sobre ellos? Entonces no te pierdas el artículo de la próxima semana, donde te hablaré de ambos: te contaré quiénes son y qué los hace especiales. Y puede que hasta te revele alguna curiosidad sobre algunas de las canciones… ¡o de la historia en sí!
Hasta entonces, recuerda que puedes acceder ya a la preventa en digital aquí.
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