Nací un viernes de mayo del 1993, en Santo Domingo, República Dominicana. Al nacer, mi madre quiso que se me diese la nacionalidad española (que me correspondía por tener padre español), cosa que me ha hecho la vida mucho más fácil, pero que me obligó a ser extranjera desde el día 0.
Cuando tenía 5 años nos mudamos a España para empezar una nueva vida. Algo que siempre le sorprende a la gente es que no recuerde absolutamente nada de mis primeros 5 años de vida. Bueno, absolutamente nada, no. Recuerdo el porqué de mi pánico a las tormentas y el portón rojo de entrada a nuestra casa.
Con la mudanza vinieron mis problemas de comida. Según mi pediatra, era una forma de adaptarme a un cambio muy grande que todavía no comprendía del todo. Dejé de comer sano y con variedad y empecé a dibujar más. Por desgracia, lo de no comer con variedad es algo con lo que todavía lucho a día de hoy.
Casi al mismo tiempo me di cuenta de que sería toda mi vida una extranjera. Los niños tienen a veces formas muy crueles de darnos a entender algunas cosas. Por suerte, a mí siempre me ha dado igual lo que puedan pensar de mí.